Al norte de la Península Ibérica, nos encontramos con una provincia cuyos paisajes, monumentos, ciudades y pueblos han sido testigos de innumerables avatares de la historia.
La importancia de la provincia de Burgos se remonta muchos siglos atrás, siendo, sus pueblos, testigos del paso del tiempo. La época de la Edad Media parece seguir presente en estas villas que han conservado todo el encanto de los edificios de piedra, los monumentales monasterios y la preservación del entorno natural.
Si te apasiona la historia, el arte y la naturaleza, este post es para ti.
Arrancamos nuestra lista de la mano del municipio de Puentedey, ubicado a orillas del río Nela. Con una población que, en el año 2021, ascendió a 48 habitantes, Puentedey evoca la esencia más originaria de Castilla y León.
La localidad se alza sobre un peñasco, coronada por la iglesia románica y el palacio de los Condes de Brizuela, ya de época renacentista. Su casco urbano supone un viaje en el tiempo en el que encontrarás edificios tan singulares como la Casa Palacio de los Porras o la Muralla de la Edad Media.
Una de las localidades más conocidas de la provincia de Burgos e incluida en la Asociación de los pueblos más bonitos de España es Lerma, todo un tesoro artístico y patrimonial.
Enclavado en lo alto de una colina a orillas del río Arlanza, su posición estratégica atrajo a numerosos pueblos de la antigüedad. Sin embargo, no sería hasta el siglo XVII cuando el municipio experimentase un fuerte desarrollo urbanístico, impulsado por el famoso Duque de Lerma, valido del rey Felipe III.
Los mejores arquitectos de la época del Duque, construyeron uno de los conjuntos monumentales más destacados del país. Lo integran edificios como: el Palacio Ducal, la Plaza Mayor o el Monasterio de Santo Domingo.
Lerma forma parte, junto a Santo Domingo de Silos y Covarrubias, del conjunto denominado Triángulo de Arlanza.
Uno de los pueblos medievales por antonomasia de la Península es, sin duda, Covarrubias. Incluido, al igual que Lerma, en la lista de los Pueblos más bonitos de España, Covarrubias sorprende a los visitantes con su trazado medieval, su puente de piedra y sus fachadas de adobe con entramado de madera.
Con menos de 600 habitantes, Covarrubias posee un gran valor patrimonial, unos paisajes de gran belleza y una gastronomía que te dejará sin palabras. Paseando por sus calles no te cabrá ninguna duda de que estás ante uno de los cascos históricos mejor conservados de España, que te transportarán a los primeros siglos de la Edad Media.
El Triángulo de Arlanza cuenta, en uno de sus destinos, con uno de los monasterios románicos más espectaculares a nivel nacional e internacional.
Pero, antes de adentrarnos en esta joya medieval, hablemos del pueblo. Santo Domingo de Silos vivió su época dorada entre los siglos XI-XIII después de que un monje riojano, llamado Domingo, reconstruyera el convento que las tropas de Almanzor habían dejado en estado de ruina. Tal reconstrucción, devolvió a Silos todo su esplendor perdido, convirtiéndose en un centro espiritual y cultural de gran renombre durante los siglos de la Edad Media.
Pero sin duda, en tu paso por Santo Domingo de Silos no puedes perderte el Monasterio que lleva su nombre. De origen visigodo, el Monasterio fue enriqueciéndose con los años, alcanzando su culmen artístico en su claustro, una joya del románico a escala mundial.
Con menos de 300 habitantes, la ciudad de Frías cuenta con uno de los perfiles urbanísticos más imponentes de la geografía española. Pero, ¿por qué ciudad? Lo cierto es que este título le fue impuesto hace ya varios siglos, concretamente en el año 1435, por el rey Juan II de Castilla. Estamos ante la ciudad más pequeña de España.
El Castillo de Frías es, sin duda, el icono de la ciudad. Se erige en la cumbre del cerro de la Muela, desafiando la gravedad y declarado uno de los más espectaculares de toda la Península. Frías se ha construido amoldándose al terreno. Tal es así que encontramos “casas colgadas”, de tres o cuatro alturas, construidas sobre la misma roca.
Por todo esto y su estilo netamente medieval, pues no posee ninguno edificio moderno que rompa con este estilo, Frías se incluye en la lista de los Pueblos más bonitos de España.
Muy próximo a Soria, encontramos la localidad de Peñaranda de Duero, de gran belleza arquitectónica y patrimonial.
Su encanto se debe, en buena medida, a sus calles y edificios construidos en piedra y decorados con flores. Monumentos como el Palacio de Avellanada, datado en el siglo XIV o el Castillo de los Condes de Miranda, uno de los más bellos de toda la provincia de Burgos, dan cuenta del atractivo de esta localidad.
Peñaranda de Duero ha sido declarado, junto a otros pueblos pertenecientes a la Ribera del Duero, Conjunto Histórico.
Esta aldea parece sacada de un cuento. Rodeada por pozas de color azul intenso, las casitas de piedra de Orbaneja cuentan, además, con la compañía de una espectacular cascada que potencia, todavía más, la belleza de este enclave.
La localidad apenas cuenta con 50 habitantes, lo que ayuda a preservar enormemente el entorno natural. Declarada Conjunto Histórico, la aldea cuenta con protección por parte de la legislación nacional de Patrimonio.
Puedes recorrer la aldea de principio a fin en un instante, pero la belleza de cada uno de sus rincones hará que te detengas incontables veces.
Esta localidad situada en el enclave de Treviño fue fundada en el siglo XII, de ahí su apariencia medieval. La villa está declarada Conjunto Histórico, formando parte de la lista de Bienes de Interés Cultural.
La Puebla de Arganzón está formada por dos núcleos de población, uno de ellos, la propia Puebla de Arganzón y, el otro, Villanueva de la Oca, un pequeño núcleo de carácter rural. No te puedes perder el puente medieval sobre el río Zadorra, que conforma la imagen más famosa de esta localidad, así como la Torre de Arganzón.
Aranda de Duero constituye la capital de la Ribera, un enclave famoso por su gastronomía, excelentes vinos, belleza natural y riqueza patrimonial.
Entre los monumentos más destacados de la localidad, se encuentran las iglesias de Santa María la Real y San Juan, ambas datadas en el siglo XV. El Puente de las Ternerías, de estilo románico, se encuentra sobre el río Bañuelos, ofreciendo una vista preciosa del entorno.
Pero si hay algo que no te puedes perder es probar alguno de sus exquisitos vinos. En su casco histórico podrás encontrar bodegas de origen medieval y de época moderna.
Incluida, también, en la lista de los Pueblos más bonitos de España, la localidad de Caleruega atrapa al visitante con su singular belleza. Las primeras noticias de la viña se remontan al siglo XI, aunque su fundación probablemente estuviera relacionada con los años de la conquista cristiana.
El único vestigio que se conserva de los primeros siglos de historia de Caleruega es el Torreón de los Guzmán, de 17 metros de altura, y que formaba parte de los muros defensivos de la villa.
La riqueza e importancia de la viña a partir del siglo XII está estrechamente ligada al fundador de la Orden de los Dominicos, Santo Domingo de Guzmán, natural de Caleruega, quien trasladó a las monjas dominicas desde San Esteban de Gormaz hasta su villa. Estas se convirtieron en dueñas de todo el pueblo. Y así sería hasta la desamortización del siglo XIX.
El nombre de la villa nos da muchas pistas acerca de su desarrollo histórico y económico. Ligada a la historia de sus salinas, Poza de Sal cuenta con una dilatada historia que se remonta a la Prehistoria. Desde los romanos, esta localidad ha sido una de las mayores productoras de sal de toda la Península Ibérica.
Sus salinas son uno de los mayores atractivos de este pueblo que, además, cuenta con un monumento de gran presencia: el Castillo de los Rojas, situado en lo alto de la colina. Construido en el siglo XIV, se construyó como una fortaleza inexpugnable, aprovechando la orografía del terreno.
La localidad cuenta con un monumento homenaje a uno de sus habitantes más ilustres, también para todo el territorio español: Félix Rodríguez de la Fuente.
Desde los remotos tiempos prehistóricos, la historia de Oña arranca con los hombres de Paleolítico que habitaron las cuevas circundantes de esta localidad.
Sucesivos pueblos y culturas se han asentado en su territorio, viviendo su edad dorada en época medieval, cuando la abadía benedictina de Oña se convirtió en una de las más importantes del reino de Castilla.
Regada por el río Oca, Oña queda enclavada en el Parque Natural de los Montes Obarenses-San Zadornil, plagado de atractivas rutas de senderismo con las que disfrutar de la belleza natural del entorno.
El paseo por el interior del casco urbano de Oña es un auténtico placer para los amantes de la historia y del arte, repleto de callejuelas estrechas, edificios de piedra, iglesias y monasterios de gran interés patrimonial.
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